martes, 21 de mayo de 2013

Fundamento del Foco.~ Toni Romero




Hace unas semanas estaba hablando con una amiga sobre las diversas formas de expresión dentro de la práctica del yoga:  Bhakti yogis, Hatha yogis, etc…

Recuerdo que le dije riendo que me venía a la memoria  la división social de la edad media. Los estamentos, como me contaba mi profesora de lengua cuando era un niño, los que luchan, los que rezan y los que trabajan… algo hay de eso en la manera que cada uno siente como conectar con el mundo. En el fondo muchos

Toni Romero en Parsva Bhuja Dandasana
empezamos a practicar yoga porque teníamos algún problema de salud, curiosidad, otros lo toman como una gimnasia muy saludable, algunos como un acto de amor.


Llegado un momento hay un escalón donde si quieres seguir profundizando en el conocimiento debes cambiar el concepto preestablecido que tenías en tu mente al empezar para obtener resultados para uno mismo. Convertir tu práctica en un acto que no te beneficia a ti, sino como un ritual de agradecimiento a la vida. Tomar cada respiración como una bendición, cada asana y todo el esfuerzo como un regalo recíproco hacía la conectividad entre el universo el propio ser y todos y cada una de las formas de vida más allá de los conceptos de espacio-tiempo.

En ese momento es cuando la devoción ocupa el sitio de la curiosidad, la soberbia. Donde la sabiduría intuitiva florece y da paso a otro nivel de compresión.

 Sin ese paso evolutivo el yoga llega a poder estancarse en un simple festival de circo o exhibicionismo narcisista que simplemente alimenta justo lo que pretende eliminar. En occidente particularmente jugamos en ese breve límite que puede separar esos dos polos. Quizás en ningún otro lugar del mundo dos opuestos pueden ser tan fácilmente confundidos.
Muchas veces he visto la celeridad con que alguien quiere ser profesor, parece que tomamos eso como la finalidad del proceso. El resultado de todo depende de la intención con la que ejecutas la acción. Recoges lo que siembra más que nunca, el yoga es una puerta a un estado de comunión. El resultado solamente depende de la honestidad con la que estás enfocando no solamente el tiempo que pasas en la colchoneta, sino tu vida. Hacia dónde quieres ir y de qué forma.
Personalmente solamente puedo entender ese camino con el esfuerzo y la paciencia para comprender la complejidad de la vida y al final qué más da si llego o no. Para mí es mucho más importante tomar el viaje, si no tienes la suerte de alcanzar el puerto al menos fuiste sincero en el trayecto. Eso ya es un gran logro. Si obras con buenos sentimientos solamente puedes recoger sabiduría, no importa tanto si prácticas yoga cada día, la habilidad física.
Realmente todo se detiene el foco y su pureza, quizás el viaje es un retorno a la visión infantil, donde el concepto de mundo aparece con la simplicidad propia que la vida nos ofrece. Es posible que esa sea la puerta para volver a casa


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